¿POR QUÉ NO SE VENDE MI CASA?
Esta es la pregunta que nos hacen nuestros clientes cuando vienen a buscarnos. ¿Por qué no se vende mi CASA? La respuesta es siempre la misma: EL PRECIO. Aunque sin duda, otros factores también pueden hacer que no se venda tu casa… SIGUE LEYENDO Y LOS DESCUBRIRÁS….
La mayoría de propietarios no están dispuestos a bajar el precio de su vivienda al principio, piensan que ya tendrán tiempo de bajar más adelante.
Pues bien, la apuesta por un precio alto para luego bajarlo suele arruinar la operación de venta.
«Siempre hay tiempo para bajar el precio de la casa»… ERROR!!!!
Es una de las muchas ideas desacertadas que manejan los propietarios y que pueden arruinar la venta.
Poner un precio demasiado alto lleva a la exclusión, ya que la mayoría de personas que se interesan por una casa lo hacen en los primeros 15 días de su puesta en venta. Si el precio está fuera de mercado, el piso se quema, y el dueño “se va a ver obligado a rebajarlo excesivamente al final y cerrar la venta por un precio inferior al que debería”, explica Alfonso Márquez, de la Inmobiliaria de la Cámara de la Propiedad Urbana.
De hecho, cuanto más tiempo tarde en venderse, menos valor tendrá. Una adecuada valoración supone más del 80% del éxito de la venta.
Aunque parezca increíble, algunas se reservan en días, incluso en horas. Y de éstas, casi siempre suele ser en el mismo contexto: inversor y precio acorde a los precios de pisos YA VENDIDOS (NO en venta).
“El 99% del stock en Huelva no se va a vender en el precio publicado, así que no son una buena referencia”. Sirve de ayuda conocer los testigos de venta. Y ATENCIÓN. “Los testigos NO son el precio al que está publicitando su vivienda el vecino de enfrente, sino el precio medio al que YA se han firmado operaciones de ventas en la zona”. Aferrarse a un valor por el que el dueño estimó que cerraría la operación y que no se ajusta a la realidad es nadar a contracorriente.
También lo es, creer que nuestra casa es la mejor.
“Una adecuada valoración supone más del 80% del éxito de la venta”.
Si uno no está muy seguro, un truco es “revisar el precio cada dos semanas, hasta que perciba que crece el número de llamadas”. Se le puede subir entre un 7% y 10% adicional previendo que el comprador va a querer negociar. Ahora bien, rebajar más de un 15% supone que el inmueble está mal valorado o que se está vendiendo por debajo del precio de mercado. Y “si estamos un 20% o un 30% por encima, no vamos a recibir llamadas ni ofertas”, según Alfonso Márquez.
“Si una vivienda lleva más de dos años a la venta, es evidente que el precio no se ajusta a su estado y la valoración puede estar equivocada”.
La clave: precio objetivo y escuchar a los clientes
Otro problema importante a la hora de vender es no preparar el inmueble. Aunque parezca obvio, no lo es. Hay que limpiar y recoger, quitar trastos, ordenar, conseguir buena luz, que huela bien…
Incluso desprenderse de los elementos personales, como colecciones, crucifijos o fotos. También, arreglar pequeñas grietas o humedades, pintar si hace falta, poner luz cálida, temperatura y olor agradable, o subir las persianas.
“Casas que llevaban en el mercado nueve meses, han sido limpiadas, ordenadas, se han sacado buenas fotografías y se han vendido en semanas al mismo precio que estaba”.
Todo sirve para vender una vivienda. Desde el boca a boca hasta las redes sociales. Sin embargo, las herramientas han cambiado en la última década. “El 40% de las operaciones venían antes del cartel en la vivienda. Hoy representan menos del 20% de las llamadas.
Sin embargo, los expertos creen que los portales inmobiliarios y las páginas web de las agencias continúan siendo los grandes escaparates.
Eso sí, no basta el anuncio. Viviendas con información deficiente son invisibles, ya que aparecen al final de la búsqueda. Hay que detallar con rigor las características, servicios y ventajas. Y describir todos los extras: parques, centros médicos o comerciales cercanos, medios de transporte…
Un buen reportaje fotográfico puede inclinar la balanza. Mucho mejor si el anuncio incluye vídeos de alta calidad. “Hoy NO se visita una vivienda sin antes ver fotografías y conocer las características del inmueble”.
Al final hay que optimizar el tiempo. Para la Cámara de la Propiedad Urbana, las redes sociales son un escaparate fundamental. Con más de 4.000 seguidores, sus post se comparten y se hacen virales cuando la vivienda merece la pena. Se trata de llevar el habitual boca a boca a las redes sociales y conseguir llegar a amigos, conocidos y que la vivienda llegue a un posible interesado.
Puede que nada de esto funcione. No hay que olvidar que hay casas en zonas en las que prácticamente no existe demanda y que no se venderán en muchos años.
«Ante la duda, lo mejor es ponerse en manos de un profesional con formación, experiencia y preparado para negociar y para VENDER»